La prensa se hace eco en los últimos días de la necesidad
del sector de la hostería de trabajadores cualificados. Ya plantee en un
anterior artículo "Los camareros financian las cañas a los clientes" el
desajuste horario que viven una gran parte de trabajadores de este sector, que
hace que el personal cualificado, en ocasiones, busque una salida a una empresa en la cual se cumplan con los horarios establecidos en convenio o en otro caso cambiar de profesión
En esta ocasión me gustaría plantear la necesidad de formación
del sector hostelero en general y de los camareros en particular. Muchas veces
nuestra profesión es simplemente un refugio para todo aquel que se encuentra en
un periodo de búsqueda de trabajo y ante la demanda de personal se decanta por
este trabajo.
Cuantas personas hemos visto que su primer día de trabajo es
su primer día en este oficio. Pueden pasar dos cosas, si tienes la gran suerte
de encontrarte una persona a tu lado que te enseñe correctamente todo lo
necesario, serás un buen profesional. Cuando digo esto no siempre va ligado los
conocimientos con la experiencia. Es entonces cuando nos encontramos en el
segundo caso; adquirirás conocimientos de una persona que, sin ningún tipo de
maldad porque así lo ha aprendido, te enseñará conocimientos erróneos, y hay
muchos en hostelería.
Cada vez más los camareros vamos a clase y esas clases se ven reflejadas en el día a día de esta bella profesión
Por ello la formación es la base de una hostelería de
calidad, esa formación se verá refrendada con la experiencia posterior. Las
escuelas de hostería son piezas fundamentales en la calidad de nuestro
servicio. Todo esto ha de complementarse con otra formación, la continua, que
además puede y debe ser ofrecida por la propia empresa para que sus
trabajadores, amplíen de mayor manera sus conocimientos y obtengan un grado de satisfacción
mayor por parte del cliente, además de incrementar la producción y ventas del
local, sin olvidarnos de posibles propinas por nuestro mejor servicio.
Todo aquel que piense que la formación no sirve para mejorar
en todos los aspectos de su profesión como trabajador y en los rendimientos
como empresario, igual debe de
replantearse muchas cosas.
Cada vez más los camareros vamos a clase y esas clases se
ven reflejadas en el día a día de esta bella profesión, que además amamos.
Formación, formación y formación.